ESSAYS

  • Un pueblo está lleno de mentiras y las mentiras en el pueblo joden más. ¿Y el maricón de José, dónde está? Dice uno en el bar – y el otro responde – Pues el maricón de José está por ahí. La gente se saluda por la calle, pero ojo al que saludas y no te corresponde. Siempre son los mismos. Un día unas señoras me pararon por la calle para preguntarme quién se había muerto y yo encogí los hombros, sorprendida, y contesté – pues no lo sé señora, alguien se habrá muerto. Lo decían porque habían oído repicar las campanas a muerto, yo son las únicas campanas que cuando suenan sé lo que quieren decir, que alguien ha muerto. Hace días que no muere nadie, pero durante la pandemia era raro el día que no sonaban. Me deprime recordarlo. Leer más/ Read full text here